SL-Z 27: Maluenda a los Santos

Desde Maluenda (581 m), en la carretera a Paracuellos de Jiloca, arranca una pista a la derecha que circula bajo los roquedos que discurren paralelos a la vega del Jiloca. Este camino se dirige hacia el O, hasta que describe un fuerte giro a la derecha junto a un almacén de frutas. El sendero avanza en fuerte ascenso por un monte de escasa vegetación, excepto algunos almendros, para descubrirnos magníficas vistas de la vega del Jiloca y de Maluenda. Tras un tramo, surge a la derecha un camino que ofrece la posibilidad de regresar a Maluenda (2,2 km; 40 min).

Continúa la marcha y se llega a un cruce en el que se opta por la izquierda. Aunque también se pueda seguir de frente y acceder a la ermita de los Santos, nuestra pista nos conduce en dirección E hacia el barranco del Prado, donde se ubica la zona de las Pozas (4 km; 1 h). A partir de este lugar el itinerario modifica su orientación y se dirige hacia el S, hasta un cruce que lleva, a la derecha, hacia Maluenda por el barranco de la Virgen. Pero debemos seguir hacia la izquierda (4,9 km; 1 h 50 min).

En unos metros el sendero evita una curva, tomando un camino viejo que conecta de nuevo con la pista. Se continúa a la izquierda y, poco después, enlazamos con el PR-Z 93, para abandonarlo al iniciarse la subida a la Torrecilla (863 m; 6,7 km; 1 h 50 min), un torreón musulmán en ruinas. Desde aquí hay que volver hasta el cruce que antes hemos dejado (8,4 km; 2 h 20 min), el que desciende, ahora a la izquierda, hacia Maluenda.

Ya en la parte baja del barranco de la Virgen, en la entrada de Maluenda, se encuentra un camino de subida, a la izquierda, que lleva por un vía crucis a la ermita de Nuestra Señora de la Soledad (630 m). De vuelta a la pista, sólo resta entrar a Maluenda junto a la iglesia gótico-mudéjar de las Santas Justa y Rufina (589 m; 10,3 km; 2 h 50 min).

Luego iremos hacia la iglesia, también gótico-mudéjar, de Santa María. Tomando las calles de Don Benito, Socorro y Maribaida (11 km; 3 h), se pasa bajo una torre albarrana conocida como «palomar», después bajo el castillo y se asciende a la zona de las eras abandonadas, donde comienza a remontarse el barranco de las Pozas. A cierta altura, nada más dar una revuelta, arranca un camino a la derecha que, en caso de recorrerlo, nos llevaría hasta la ermita. Seguimos, sin embargo, por el sendero marcado y llegamos rápidamente a un paso, a modo de portillón, que conecta con la pista a la ermita de los Santos San Gervasio y San Protasio (731 m; 12,3 km; 3 h 30 min).

Esta sencilla construcción es un mirador sensacional sobre paisajes muy valiosos, catalogados como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), con el nombre de Muelas del Jiloca (El Campo y La Torreta). Un universo de yesos y estepas que tiene como telón de fondo la sierra de Vicor. A los pies, Maluenda y la vega del Jiloca y, a lo lejos, el entramado de sierras del sistema Ibérico. La bajada al pueblo se puede realizar por el mismo camino de la subida.